Por los que se van y no vuelven, por los que no se despiden, a los que echas de menos al despertar y olvidas al dormir.
Los que desaparecen y no dan ni señales de humo.
Aquellos a los que nunca llamas porque su nombre hace temblar el suelo, en los primeros que piensas cuando el mundo sigue girando y te empiezas a marear.
Los que no puedes recuperar porque no van a dar media vuelta sin más, los que confundes en medio de un montón de gente mientras aguantas la respiración.
Por los que pierdes la cordura y te conviertes en mendigo.
A quienes esperas porque no se llevaron nada o porque se lo llevaron todo...
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Yo me quedé en Mendigo!
ResponderEliminarte agrego al mundo del blog tmb!